Todos somos personas, individuos, ciudadanos, y como tales tenemos derechos.
Las personas formamos grupos. Nos agrupamos por territorio, cultura, ideología, raza, religión... Los grupos son fáciles de entender, y también tienen derechos.
Pero cuanta más importancia damos al grupo, menos importancia damos al individuo.
No permitamos que en nombre del grupo se vulneren los derechos de las personas, pues son las personas las que constituyen la sociedad.